martes, 1 de octubre de 2019

TECNICAS DE LA ORATORIA


Técnica de Oratoria: La Modulación

Modulación no es solo cambiar el sonido de la voz. Si no que también implica variar el volumen, ritmo y tono. Si usamos bien la modulación lograremos dar vida a la presentación, despertar sentimientos, mover a actuar a nuestro auditorio.

Tabla de contenidos [hide]
·         1 La Modulación
·         2 Gradúe el volumen
·         3 Cambie de ritmo.
·         4 Varíe el tono.
·         6 En resumen
·         7 COMPARTIR
·         8 Relacionado
La Modulación

Si al hablar en público no modulamos la voz, podemos dar la impresión de que no dominamos el tema del que estamos hablando.
Por otro lado, si al hablar variamos el volumen, el ritmo y el tono nuestra presentación será mucho más atractiva. Un punto importante a recordar es que nuestra actitud hacia la información que presentamos influye en la actitud de nuestro público. 
La voz humana es un instrumento de variantes propiedades expresivas. Cuando la usamos bien, puede dar vida a un discurso. No obstante, una práctica que se debe evitar es hacer marcas en las notas para indicar dónde modular porque al hacer esto la voz suena artificial y en vez de infundir fuerza y color a la presentación, hace que el auditorio se sienta incómodo. Recuerda: La modulación buena ES LA QUE SALE NATURAL.


Gradúe el volumen

Una manera de variar el semblante de la voz consiste en variar el volumen. Pero eso no significa que deba subirlo y bajarlo de forma monótona, porque al hacer esto cambiaría el significado de su presentación. Pero tampoco se debe levantar la voz con mucha frecuencia, pues esto también causará una impresión negativa.
El volumen debe ir de acuerdo a la información.
 Por eso si está leyendo una orden importante, o una oración que expresa seguridad, es apropiado elevar la voz. Si lo que lee contiene una fuerte acusación, varíe el volumen para destacar ciertas expresiones.

Algo también a tener en cuenta son los objetivos de nuestra presentación o discurso.

Recuerde que los objetivos principales de una disertación son:
·         Estimular al auditorio para actuar de alguna forma o compre algún producto.
·         Resaltar los puntos principales de la presentación.

Al subir el volumen con moderación, puede ser muy útil para alcanzar dichos objetivos. No obstante, pudiera resultar contraproducente si lo que se dice exige afecto y sentimiento en vez de un aumento del volumen. Otra manera puede ser bajando la voz en los momentos oportunos, eso crea expectación por lo que sigue, que normalmente se pronunciará con más fuerza. Eso quiere decir que acompaña el volumen bajo con un tono más intenso logrará transmitir ansiedad o temor.
El volumen reducido también sirve para señalar que lo que se dice tiene una importancia menor en el contexto. No obstante, si siempre habla en voz baja, puede dar una imagen de inseguridad, falta de convicción o desinterés por el tema. Así pues, debe tener cuidado de no bajar el volumen indiscriminadamente.

Cambie de ritmo.

Todos los días cuando hablamos las palabras salen de manera espontánea. Es decir, que cuando algo nos entusiasma, tendemos a hablar más rápido, pero cuando queremos que se recuerde bien lo que decimos, bajamos la velocidad.
Un problema que algunos oradores pocos experimentados tienen es que no varían el ritmo. Esto ocurre porque se preocupan tanto por las palabras que van a utilizar que incluso las escriben una por una. Por eso, aunque quizás no lean el discurso, pero como ya se lo han aprendido de memoria, lo pronuncian a un ritmo constante. Para corregir este defecto, deben aprender a disertar valiéndose de la improvisación*.
No obstante, no hable tan rápido que su dicción se vea afectada. La variedad en el ritmo no se logra subiendo o bajando la velocidad de forma monótona. Los cambios de ritmo deben ir de acuerdo con lo que se dice, con los sentimientos que se desea comunicar y con el objetivo de su exposición.
Para lograr esto pronuncie sus exposiciones a una velocidad moderada. Cuando quiera transmitir entusiasmo, hable más deprisa, como lo hace en su habla cotidiana. También es útil variar el ritmo cuando se mencionan datos de menos importancia o cuando se narran sucesos a grandes rasgos. Así se da vida y color a la exposición y se evita que parezca muy aburrida. Por otra parte, los argumentos de más importancia, las ideas principales y los puntos culminantes suelen demandar un ritmo más lento.

Varíe el tono.

Imagínese a una persona tocando durante una hora una sola nota con un instrumento musical de la siguiente manera primero fuerte, después suave
ahora luego despacio… Aunque el volumen y el ritmo cambien, si el tono es siempre el mismo, la “música” no resulta muy agradable. Este ejemplo nos sirve para ilustrar que, si al hablar no variamos el tono, hará que nuestra voz no sea agradable. Por ello, cabe señalar que los cambios en la entonación no tienen el mismo efecto en todos los idiomas.

Si las lenguas son tonales, como el chino, las variaciones de tono cambian el significado de las palabras. Pero hasta los hablantes de tales idiomas pueden dar más variedad a sus expresiones orales si mejoran su campo de entonación, a la vez que mantienen el valor relativo de cada tono. Así, pueden hacer más agudos los tonos altos, y más graves los tonos bajos. En el caso de que el idioma no sea tonal, los cambios de tono cumplen diversas funciones, como dar énfasis (con una elevación ligera del tono, así como del volumen), indicar tamaño o distancia, o señalar que la oración es interrogativa (con una entonación final ascendente y, en algunos idiomas, descendente).
Para expresar entusiasmo* se puede elevar el tono. Por otra parte, la tristeza y la preocupación posiblemente exijan un tono más bajo (o un campo de entonación más reducido, en los idiomas tonales). Tales sentimientos ayudan al orador a llegar al corazón de su auditorio. Cuando desee transmitirlos, no se limite a pronunciar palabras. Lo que si debe verse por su tono de voz que le brotan del interior.

¿Por dónde debe empezar a fin de modular bien?


Por la selección de ideas y datos para el discurso. Si solo escoge razonamientos o exhortaciones, le será difícil variar el sonido de la voz. Por consiguiente, analice su discurso y compruebe si tiene los elementos necesarios para una disertación instructiva y animada.
Por ejemplo, supongamos que en mitad de la presentación se da cuenta que debe introducirle más variedad porque la presentación le está quedando aburrida. ¿Qué puede hacer? Bueno cambie la forma de exponer las ideas. También puede convertir una oración afirmativa en interrogativa y a continuación hacer una pausa para dar énfasis. Otra opción es incorporar una ilustración sencilla. Tome en cuenta todas estas técnicas, y utilícelas en la preparación de su conferencia, prescindiendo de cuánta experiencia tenga.
Y recuerede que la modulación es la sal del discurso, por así decirlo. Empleada en la forma y la medida adecuadas, potencia considerablemente el sabor de la información y la convierte en una delicia para el auditorio.

En resumen

·         Gradúe el volumen para expresar con mayor intensidad mandatos apremiantes, firmeconvicción o denuncias.
·         Determine con cuidado qué partes de la intervención requieren subir el volumen.
·         Cambie de ritmo según la importancia de lo que diga. 
·         Varíe el tono, para transmitir sentimientos y llegar auditorio.
·         La buena modulación empieza por la selección de ideas y datos para el discurso.


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